El mercado de los préstamos al consumo lleva experimentando crecimientos interanuales del 20% aproximadamente, y la tendencia actual de 2019 se sitúa ya en el 14,8%. Mención especial a los créditos al consumo para la adquisición de bienes, como coches, electrodomésticos y mobiliario.
Una de las vías que siguen siendo populares es la de acudir al banco tradicional, del que se es cliente, para obtener dicha financiación. Sin embargo, los bancos, para protegerse ante la posible morosidad, suelen exigir más requisitos que nunca, entre detalles de finanzas personales, ingresos, gastos, estabilidad laboral y patrimonio.
La alternativa a este camino sembrado de documentación puede encontrarse por internet, donde proliferan desde hace unos cuantos años las entidades financieras online de base tecnológica, o fintech, que presentan un enfoque radicalmente distinto al dinero y a elementos como su gestión, su obtención o los trámites. Las características comunes de estos servicios son la inmediatez, la transparencia y el bajo coste, teniendo en cuenta que operan sólo mediante páginas web o apps.
Con una demanda de financiación que se mantiene en dos dígitos, y una tasa de ahorro en mínimos históricos para las familias, no sorprende que el mercado se muestre sensible a estas circunstancias.
Por otro lado, es evidente que los bancos dependen de más factores que condicionan sus decisiones respecto a los particulares y consumidores: tasas de interés a nivel de la Eurozona, mercados volátiles y cambiantes, altibajos, el PIB, y un largo etcétera.
El sector privado, salvando las distancias, puede permitirse operar bajo otros factores y su capacidad de reacción rápida es mucho mayor. Del mismo modo, muchas veces estas entidades nacen ya en el seno de un planteamiento internacional y pueden alcanzar varios mercados diversos a nivel europeo o global ya que las regulaciones que les afectan son distintas. Así, pueden ofrecer productos con mejores condiciones a sus clientes y comunicarse con ellos desde muchos canales de última generación.
La tecnología ha cambiado muchas facetas de la vida, y los avances también han alcanzado el sector financiero: forex, criptomonedas, blockchain, inversiones inteligentes, roboadvisors, soluciones de verificación de datos o movimientos bancarios, entre otros. Esto cambia la forma en que los usuarios nos relacionamos con nuestro dinero y abre un abanico de posibilidades.
Las empresas fintech han sido las primeras en dar la bienvenida a estas aplicaciones y están aprovechando el momento para modernizar el mercado. En este sentido hay mayor disparidad entre bancos, pues algunos han adoptado ciertas medidas para ponerse al día y otros todavía tienen deberes pendientes.
Finaton nace en España en 2019 también desde esa base tecnológica, con un pie cerca de los usuarios y otro en el mercado financiero, global y local, para proporcionar la más completa información y servir de nexo entre las personas y la financiación inteligente que se puede conseguir a través de internet.